Delegar la estrategia de comunicación de tu marca en alguien sin experiencia puede parecer una solución económica o práctica en el corto plazo, pero las consecuencias a mediano y largo plazo pueden ser costosas, tanto en términos económicos como de posicionamiento de marca.
Una estrategia de comunicación no es solo «hacer posteos» o «diseñar un logo bonito». Implica conocer profundamente a la marca, a su audiencia, definir objetivos, canales, mensajes y tono de voz. Una comunicación sin rumbo, sin criterios ni análisis, puede hacer que pierdas oportunidades, dinero y reputación.
1. Pérdida de coherencia en la identidad de marca Sin conocimientos sobre branding y comunicación, es habitual que los mensajes, los diseños o los contenidos que se publican no mantengan una coherencia visual ni conceptual. Esto genera confusión en el público y debilita el reconocimiento de marca.
2. Malas decisiones de inversión en publicidad Una persona sin formación puede gastar dinero en publicidad sin segmentar bien el público, sin objetivos claros ni métricas. Eso no solo es ineficaz, sino que genera frustración por «no obtener resultados».
3. Contenidos irrelevantes o contraproducentes Publicar sin estrategia puede hacer que el contenido no conecte con la audiencia o incluso genere rechazo. Una mala comunicación puede alejar a potenciales clientes.
4. Crisis de comunicación mal gestionadas Si alguien sin experiencia enfrenta una crítica o comentario negativo en redes, puede reaccionar mal o no reaccionar. La falta de criterio ante una situación delicada puede escalar el problema.
5. Ausencia de análisis y mejora continua La comunicación profesional requiere medición constante: saber qué funciona, qué no, y por qué. Sin experiencia, se actúa por intuición, sin ajustar ni optimizar los recursos disponibles.
6. Pérdida de oportunidades valiosas Una persona sin conocimientos puede no detectar momentos clave para comunicar, tendencias, herramientas útiles o posibilidades de alianzas. La estrategia de comunicación es también una forma de detectar oportunidades.
7. Falta de profesionalismo y credibilidad El público percibe cuando una comunicación es desprolija o improvisada. Eso afecta la confianza en la marca. La comunicación profesional transmite seguridad y seriedad.
Conclusión
Una comunicación profesional no es un lujo: es una necesidad si querés que tu marca crezca con bases sólidas. Podés aprender, acompañarte de un equipo o contratar a alguien con experiencia, pero lo importante es no dejar la estrategia de comunicación al azar. Porque lo que comunicás es, muchas veces, lo que tu marca es para los demás.